Llego del hospital y una voz femenina me saluda diciéndome "Feliz día".
Inmediatamente nos pusimos a charlar de todo tipo de temas, se sentó en una silla enfrente a la pc, abrió su correo y empezó a mostrarme todas las cadenas que le enviaron. Nos reímos tanto que pasó la mañana, me olvidé que tenía que leer unos apuntes, el momento era agradable, una hermosa reunión entre vecinas y amigas...
En el transcurso de la siesta, llegó mi compañera de estudio y gran amiga. Por más que llegó temprano para arrancar con todo, era imposible no charlar y ponernos al tanto de los últimos chismes de nuestras respectivas vidas. Una vez que ya se nos gastó la lengua de tanto hablar nos pusimos a estudiar, pero antes a mandarle un mensaje a la tercera de nuestro trío dinámico de estudio, recién llegada de su pueblo del interior, también para ponernos al tanto de sus chismes.
Luego de un par de horas y llegó ella (la tercera), imposible seguir estudiando, debíamos hacer el honor al día del amigo, que aunque haya pasado para nosotras aún no había terminado, no sin reunirnos y pasar un buen rato con tereré de mandarina exprimido de por medio.
Adorada tarde entre amigas...
Adorada tarde entre compañeras de estudio...
Hace algún tiempo atrás no conocía lo que en realidad significaba la amistad de la facultad. Hoy gracias a ellas puedo encariñarme con ese momento que estamos juntas y disfrutar una amistad sincera, sin condiciones, sin caretas...
Me conocen en todas las etapas de mi vida diaria: dormida, mal humorada, coqueta ó sin ganas de arreglarme, totalmente pachorrienta, sin ganas de estudiar ó con todas las pilas, echa puré ó más fresca que lechuga recién sacada de la huerta...
Verdaderas compañeras y amigas sinceras.
Es difícil encontrar en una carrera competitiva unas amigas como ellas, pero yo tuve suerte y puedo disfrutar de su agradable compañía.
Inmediatamente nos pusimos a charlar de todo tipo de temas, se sentó en una silla enfrente a la pc, abrió su correo y empezó a mostrarme todas las cadenas que le enviaron. Nos reímos tanto que pasó la mañana, me olvidé que tenía que leer unos apuntes, el momento era agradable, una hermosa reunión entre vecinas y amigas...
En el transcurso de la siesta, llegó mi compañera de estudio y gran amiga. Por más que llegó temprano para arrancar con todo, era imposible no charlar y ponernos al tanto de los últimos chismes de nuestras respectivas vidas. Una vez que ya se nos gastó la lengua de tanto hablar nos pusimos a estudiar, pero antes a mandarle un mensaje a la tercera de nuestro trío dinámico de estudio, recién llegada de su pueblo del interior, también para ponernos al tanto de sus chismes.
Luego de un par de horas y llegó ella (la tercera), imposible seguir estudiando, debíamos hacer el honor al día del amigo, que aunque haya pasado para nosotras aún no había terminado, no sin reunirnos y pasar un buen rato con tereré de mandarina exprimido de por medio.
Adorada tarde entre amigas...
Adorada tarde entre compañeras de estudio...
Hace algún tiempo atrás no conocía lo que en realidad significaba la amistad de la facultad. Hoy gracias a ellas puedo encariñarme con ese momento que estamos juntas y disfrutar una amistad sincera, sin condiciones, sin caretas...
Me conocen en todas las etapas de mi vida diaria: dormida, mal humorada, coqueta ó sin ganas de arreglarme, totalmente pachorrienta, sin ganas de estudiar ó con todas las pilas, echa puré ó más fresca que lechuga recién sacada de la huerta...
Verdaderas compañeras y amigas sinceras.
Es difícil encontrar en una carrera competitiva unas amigas como ellas, pero yo tuve suerte y puedo disfrutar de su agradable compañía.
¡Gracias!
¡por ser mujeres humildes sin problemas!
¡por tener la mirada sincera y llena de cariño!
¡por estar siempre presente!
¡por comprenderme y comprender el momento!
¡por reírse de mis chistes y palabras sin sentido!
¡por hacerme sentir tan querida y tan necesaria!
¡Gracias adoradas amigas!
Simplemente por hacer de esta etapa de mi vida una etapa mucho más agradable...
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