Cuando la apariencia importa

Paseando de blog en blog, llegué al de Sparrow quien me dio la idea para esta entrada.

Debo confesar (como ya lo hice anteriormente) que no soy una de esas mujeres hermosas, delgadas, 90-60-90, rubias, ojos celestes, etc (tampoco pretendo menospreciarme, solo aclaro que no soy una "modelo"). Pero conozco muchas que si lo son, así que puedo realizar un pequeño comentario acerca de como son ellas en su vida sentimental (y las mujeres en general, al menos las que yo conozco).
(Esto es simplemente un pequeño punto de vista, ya que en relaciones amorosas se debe tener en cuenta de que hay de todos los tipos)

Es cierto que en un comienzo, nosotras miramos mucho lo externo, nos preocupamos por que nuestro príncipe azul sea un modelo con todos los músculos marcados, ojos hermosos, cabellos sedosos, y por qué no también jugador de rugby (jeje). Al tener esas pretensiones, nos "enamoramos" perdidamente de aquellos chicos que tienen todas esas cualidades externas, pero sin conocerlos, únicamente por su físico, y hacemos lo imposible para que nos presten un poquito de atención. Tras estos hechos, nos derretimos únicamente por una mirada, o un saludo, o cualquier pequeño gesto que tengan hacia nosotras (al escribir esto recuerdo las épocas de secundaria). Esto ocurre en nuestra primera etapa, donde nuestras fantasías están totalmente envueltas por cuentos de hadas y novelas.
A medida que vamos creciendo, y ganando más experiencia en el terreno, salimos cada vez más lastimadas de esas relaciones con ese tipo de chicos, ya que ellos también sufren de mucho ego por tener la pinta que tienen (obviamente no estoy metiendo a todos en la misma bolsa, claro que hay excepciones).
Gracias a esas experiencias, aunque seguimos sintiéndonos atraídas por la apariencia casi perfecta, también llegamos a un punto en que nos cansamos, dejamos de buscar lo externo y miramos un poco más lo interno... todo ocurre justamente porque maduramos, y descubrimos que la verdadera felicidad no está en mostrar con quien estamos sino en que esa persona nos haga felices, aunque sea por un corto tiempo.

Hace algún tiempo, una amiga mía me dijo: "Está tan enamorado de su físico, que si pudiera se casaría con su espejo", me reí a causa de tal comentario. El hecho de que el novio sea así, le exigía a ella que también esté la mayoría del tiempo pendiente de su físico, a tal punto que siempre debía salir arreglada, y si engordaba, seguro que no debía comer por una semana para volver a estar espléndida como él la quería. A medida que pasó el tiempo, ella se cansó y hoy en día ya no están juntos, por más que ella sigue siendo hermosa.

Por eso, creo que las mujeres que son tan hermosas como las modelos y actrices de la tv les gustan aquellos hombres que cuidan su aspecto, pero tampoco les gustan los extremos. Hay que tener en cuenta que ellas también tienen inteligencia y corazón, y al final siempre buscan aquellos hombres que las hagan reír y pasar un buen momento.

Creo que este tema da para rato, y no quiero extenderme tanto porque aburriría al lector (lo leí por ahí).

Conclusión: Una mujer que sea de una apariencia brillante, no necesariamente quiere decir que sea superficial (siempre teniendo en cuenta que existen excepciones), a la larga lo que siempre importa es como se lleva con su pareja, si se siente querida y feliz (cuando se crece eso es lo que se busca).

Y siendo mujer puedo decir que la mejor forma de conquistarnos es a través del baile y/ó una buena conversación, sin llegar a ningún extremo (al menos al principio), respetando los tiempos, nunca apresurando... (bueno, pero es mi opinión, lo que pasa es que yo soy de un estilo un tanto particular) .Porque creo que no hay mejor época que la de seducción, donde todo es misterioso y atrayente.

Creo que es todo por hoy.
Hasta pronto!