Me acuerdo de una noche, hace algunos años, que estaba tirada en la cama, deprimida porque me había quedado libre en una materia. El quedarme libre en esa materia implicaba perder un año más en la carrera. Lo que no sabía, es que iba a perder otros más con el transcurso del tiempo...
Pero bueno... Siempre existen esos momentos en que no sabemos dónde estamos parados. Nos va mal en lo que hacemos y creemos que no servimos para ello. Nos creemos perdedores, inútiles, entre otras cosas más.
Esos sentimientos vienen hacia mi cada tanto. Veo como les va a los demás, y envidio a los que les va mejor. O tal vez no es envidia, simplemente que al ver que a los demás les va bien y a mi mal, me pone triste, logrando que no haga otra cosa más que preguntarme una y otra vez, sin cesar: "¿Por qué ellos si pueden y yo no?".
Aquella noche, que estaba tirada en la cama derramando litros de lágrimas por la derrota, prendí la televisión y para mi sorpresa me enganché con una película que logró hacerme sonreír nuevamente. Me acuerdo que pensé: "Es cierto, para eso es la vida".
Era una de esas películas que no abundan, que traen consigo una enseñanza sumergida en esperanza.
Aquella enseñanza que nos dice...
Hoy la vi nuevamente, se llama "Elizabethtown", y otra vez logró envolverme con el cálido sentimiento que me dice que si se puede, solamente no hay que bajar los brazos.
Siempre vamos a tener fracasos en la vida. Siempre van a haber momentos en que nos sintamos la peor cosa del mundo, pero para eso estamos aquí, para eso respiramos día a día...
Para VIVIR...
Y para el que no vió "Elizabethtown", la recomiendo. No se van a arrepentir, es hermosa y llena el alma.
Pero bueno... Siempre existen esos momentos en que no sabemos dónde estamos parados. Nos va mal en lo que hacemos y creemos que no servimos para ello. Nos creemos perdedores, inútiles, entre otras cosas más.
Esos sentimientos vienen hacia mi cada tanto. Veo como les va a los demás, y envidio a los que les va mejor. O tal vez no es envidia, simplemente que al ver que a los demás les va bien y a mi mal, me pone triste, logrando que no haga otra cosa más que preguntarme una y otra vez, sin cesar: "¿Por qué ellos si pueden y yo no?".
Aquella noche, que estaba tirada en la cama derramando litros de lágrimas por la derrota, prendí la televisión y para mi sorpresa me enganché con una película que logró hacerme sonreír nuevamente. Me acuerdo que pensé: "Es cierto, para eso es la vida".
Era una de esas películas que no abundan, que traen consigo una enseñanza sumergida en esperanza.
Aquella enseñanza que nos dice...
"Nada grande empezó por grandes comienzos"
Hoy la vi nuevamente, se llama "Elizabethtown", y otra vez logró envolverme con el cálido sentimiento que me dice que si se puede, solamente no hay que bajar los brazos.
Siempre vamos a tener fracasos en la vida. Siempre van a haber momentos en que nos sintamos la peor cosa del mundo, pero para eso estamos aquí, para eso respiramos día a día...
Para VIVIR...
Y para el que no vió "Elizabethtown", la recomiendo. No se van a arrepentir, es hermosa y llena el alma.
Fue otra recomendación de esta soñadora empedernida, que no quiere dejar de creer...
:)
